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Cuentos y Relatos paranormales, eróticos y de fantasía.

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La noche, silenciosa, sin luna, sin estrellas, sin testigos. Él lo sabía y por ello caminaba seguro de sí mismo, con la confianza del cazador que era, un ser oscuro, un ser maligno, un monstruo que acechaba orgulloso del peligro que representaba.


Miró la calle sonriente, pequeñas y grandes casas reforzadas con barrotes de acero, trazadas sobre banquetas y calles adoquinadas, luces tenues bañaban sus fachadas, impidiendo que la oscura noche las devorara. No eran más que lugares con pequeños e indefensos huéspedes en sus interiores, tontos, tontos inútiles, cobardes idiotas, no había Dios para humanos, no había piedad, no había lugar seguro donde pudieran esconderse, no de criaturas como él.

Música cambiada

Revisando el blog, me he dado cuenta que los links de música ya no servían, así que hice otro playlist en otro sitio, espero les agrade.

Saludos!

Selene, luz de luna 2




SELENE, Luz de LunaHistoria corta
Capítulo 2



Me enamoré, me volví loco por ella, soñé con su piel de marfil, con sus piernas delgadas rodeándome la cintura y mi rostro oculto entre su sedoso pelo. Recordé nuestras conversaciones y deseé saber más de ella, tantas preguntas inundaban mi mente y ella me debía tantas respuestas, me preocupaba su situación, quería liberarla, quería tenerla conmigo, quería que fuera mi pareja para siempre.


Ansioso por verla, esa noche no pude dormir, faltaba todavía una semana para la luna llena no podía esperar tanto, no quería, quería verla, quería confesarle mi sueño, quería confesarle mi amor. Me levanté, tomé un suéter del closet y salí por la ventana, corrí hasta el cementerio y me brinqué la barda, el velador ni siquiera se había percatado de mi presencia, ya no hacía las rondas nocturnas, ahora sólo se sentaba en la puerta y se quedaba dormido, los años le habían caído encima sin previo aviso.
Atravesé el cementerio feliz deseando probar el dulce néctar de sus labios, era la primera y única vez que rompería con nuestra promesa, ella me perdonaría, me perdonaría después de decirle lo que sentía por ella. Llegué a la puerta de madera y la empujé con fuerza.


-¡Te amo!, te amo tanto...
Nada, la escasa luz de la luna era suficiente para mostrarme que en la habitación no había nadie, mi dama de los sueños no se encontraba allí, justo como ella había dicho años antes.
-¿Hola?...-

Selene, luz de luna



SELENE, Luz de LunaHistoria corta
Capítulo 1
Cuando tenía 8 años escapé de casa, enojado por una discusión con mi padre cuyo tema ahora no recuerdo, corrí a mi sitio favorito de juegos y me escondí esperando que se preocuparan por mí como venganza.


Sin darme cuenta, las horas volaron dejando que el velo de la noche me cubriera, entre la oscuridad vi una lámpara, por el andar tranquilo y cojo de la sombra, supe que se trataba del velador, un anciano que vivía justo a la entrada del lugar, muchos chicos le temían pero yo no, sin embargo, no deseaba ser encontrado. En silencio, caminé entre las tumbas alejándome de la pequeña luz hasta llegar a un pequeño mausoleo, era curioso, en todas las veces que me había paseado por ese camino, jamás me había percatado de esa construcción, quizás jamás me había detenido a observarla como ése día, tenía una enorme puerta de madera de esas que en las películas de terror rechinaban y te ponían los pelos de punta.


Curioso me acerqué a mirar por uno de los pequeños huecos que tenía, la madera cedía al paso de los años y se pudría poco a poco, dentro la luz de la luna iluminaba como en el exterior, entrecerré los ojos e intenté ver más allá del rayo de luz, entonces escuché un ruido atrás de mí, el anciano estaba cerca de mí, asustado empujé la puerta y la cerré una vez que estaba dentro. En silencio esperé hasta que los pasos irregulares estuvieron lejos de mí. Silencio total...



Cambios



Estoy atravesando una etapa de bloqueo de escritor, me ha pasado antes por lo que no me preocupo, es pasajero.


Me da tristeza verlo en blanco, incompleto.

Cambié la plantilla, quizás me ayude a atrapar la inspiración, la otra tenía demasiadas cosas y la verdad llegaba el momento en el que me enfadaban.


Volveré pronto. Lo prometo.


Perdida cap. 2

PERDIDA

Capítulo 2: "El intercambio"



Corrió, corrió lo más rápido que pudo, la arena pesaba en sus pies pero no importaba, era su vida lo que peligraba y no se detendría ante nada para lograrlo, pudo escuchar un rugido de frustración a su espalda pero no quiso voltear, siguió paso tras paso subiendo las pequeñas dunas de arena, continuó esforzándose aún cuando la arena se convirtió en pavimento bajo sus pies, buscaba un lugar al cuál entrar y rogar por ayuda, aunque estaba segura, que nada podría salvarla de él.


Un piano, podía escucharse la música de un piano cerca, melancólica, dulce, atrayente, siguió el sonido hasta llegar a una puerta de lo que parecía un bar, luces de neón mostraban un letrero en la entrada que decía “Piano Bar”, incluso le recordaban a uno que había visto en una de esas películas de mafiosos, tratando de recuperar el aliento entró aliviándose de sentir las baldosas frías en cada paso. La gente pareció no percatarse de ella, ni ella de ellos, de alguna forma la melodía la atontaba, de forma mecánica avanzó hasta ver lo que le daba vida a la música, una pequeña niña de 7 años de hermosos rizos negros tocaba con la mirada perdida un piano de cola negro y enorme que, a pesar de llevar un vestido azul largo y ampón como de princesita, la hacía ver más pequeña en comparación. Con maestría deslizaba sus manos sobre las teclas como si acariciara la fina seda mientras la melodía surgía sin esfuerzo alguno.

Perdida cap. 1

PERDIDA
Capítulo 1: "La voz de las olas"


Arena, arena húmeda bajo la planta de sus pies, podía sentirla causarle cierto frío recorrerle el cuerpo, el cielo estaba oscuro, por no decir casi negro, un azul oscuro y grisáceo, no había estrellas ni nubes, sólo una luna grande, redonda y con el borde perfectamente definido, pero de un color rojo oscuro, rojo como la misma sangre, razón que le provocaba escalofríos que recorrían desde su nuca hasta la espalda, era demasiado lúgubre.

¿Dónde estaba? se preguntó, no reconocía el sitio, ni tampoco recordaba cómo había llegado allí. Enfocó la vista, ante sus ojos la oscuridad tomó formas, siluetas de una ciudad en la bahía, sombras de palmeras y árboles, ninguna luz, ningún sonido. Un sentimiento de paz la rodeó, sentía que el alma descansaba y sus hombros estaban relajados, sin preguntarse más, caminó hacia la orilla del mar, no había olas pero sabía que era una playa, el olor a sal la obligaba a llegar a esa conclusión. La brisa la invadió cuando el agua rozó sus pies, sonrió al sentirla helada hasta el punto de calarle los huesos. Tranquila bajó la mano y la metió en el líquido oscuro, ¿se vería azul en el día?, tenía deseos de esperar el amanecer para comprobarlo, tomó lo que pudo con la palma de la mano y la subió hacia sus ojos, quienes ya se habían acostumbrado a la oscuridad. Pensó en dejarse llevar por la leve corriente, pensó en dejarse cubrir por ella, pensó en beberla…

No la bebas

La paz fue invadida por la voz gruesa, podía sentir un leve movimiento en los pies, el agua vibraba a su alrededor, pequeñas olas pasaban a su lado mientras la voz se repetía una y otra vez, uniéndose a otras voces masculinas, subiendo la intensidad en los gritos, después pudo escuchar las femeninas llorar desesperadas y finalmente los lloriqueos de niños.

No la bebas! ¡Huye! ¡Vete!


Su cuerpo se paralizó, podía entenderles, quería hacerles caso, quería obedecer y sin embargo, sus piernas se negaban a moverse, el miedo la invadió cuando la luna brilló con más fuerza y pudo ver el agua que tenía en su mano. Roja, “sangre” fue la primera palabra que corrió entre sus pensamientos, “sangre, sangre, Sangre, ¡SANGRE!”.